La maguey fue una mujer que según dicen los ancestros se marchaba. Entonces le dieron consejos y la cuidaron para que se quedara. Por eso siempre nos decían “no tires los cadejos, cuida la maguey”, porque la maguey es para cuidar a la familia, cuidar los preparativos de los Mamos, hacer las aseguranzas. Por eso cuando se teje, se tiene que estar concentrada en la vida buena, ponerle amor, la maguey se pone triste si la utilizamos solo para el negocio. Ella es como una persona, si la cuidamos se queda, y eso va a dar… sino se va.

(Mamo Wiwa Francisco, comunicación personal, diciembre de 2018)
Maguey, fique, cabuya, penca, pita, chunta, cocuy
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Orígenes - Maguey.
Esta planta de rápido crecimiento, que puede alcanzar hasta 2 m de altura y vivir entre 10 y 30 años, se destaca por atraer vida silvestre. En su madurez, desarrolla un racimo de flores en un tallo de floración robusto que puede llegar a medir hasta 12 m de altura (“Agave americana”, s.f.). Es versátil en cuanto a suelo, adaptándose tanto a arenoso como arcilloso, y prospera en bosques claros o sin sombra, mostrando preferencia por suelos secos o húmedos. Además, puede tolerar la sequía y la exposición marítima (“Furcraea cabuya”, s.f.).
(Antioquia, 2020). La Maguey
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Agave americana
La Maguey
La maguey, también conocida como la planta de las maravillas, ha sido fundamental para los pueblos mesoamericanos debido a su versatilidad en usos alimenticios, medicinales, textiles, construcción, cosméticos e instrumentos. Aunque lamentablemente ha enfrentado el riesgo de extinción, existen individuos que aprecian lo artesanal y cultural, destacando el valor del maguey (Collin et al., 2016).
En Antioquia, Colombia, al regresar de su viaje a México, Débora Arango crea obras inspiradas en los campesinos y sus cultivos de maguey, como se refleja en sus acuarelas "Segadores" I y II, así como en el mural "Recolectores de fique" (1948). Este mural, citado por Rueda (2011, p. 204), es "posiblemente el primer fresco pintado por una mujer en Colombia y la única imagen de gran tamaño sobre muro que Débora pudo ejecutar en toda su vida".
Débora Arango
Arango, D. (1948). Recolectores de fique, Ubicado en el garage de Casablanca (casa de Débora)
(2020). La maguey. 22 x 14 cm. Lápices de colores, marcadores y micropuntas sobre papel durex.
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